Me acerqué a este docudrama movido por la curiosidad de una relación de pareja marcada por la diferencia de edad. Nada menos que treinta años. Sabía de otros romances en la historia como la del filosofo Wittgenstein y su alumno Ben Richards, 39 años de diferencia o el compositor Bejamin Britten que mantuvo su relación con Peter Pears durante treinta años.

Aquí la trama está servida en película narrada principalmente por el amante más joven, Don, ahora ya mayor, que recuerda su relación con el escritor Chris Isherwood ("Un hombre Soltero" "Cabaret") desde que se conocieron hasta el final de sus días. Sus viajes, sus miedos, sus dudas. El encuentro en Hollywood con famosos actores y actrices, la personal evolución como artista del retrato de Don y la fama de Chris como guionista.
Para todo esto cuenta con un montón de fotografías, cortos de películas viejas y entrevistas a quienes les conocieron, como Liza Minelli.

La historia está muy bien narrada y teniendo en cuenta la veracidad de los hechos el film se torna conmovedor y emotivo en ocasiones.
Un maravilloso ejemplo de la tenacidad del amor.