Una teoría de todo: una pizca de ciencia, una enfermedad tratada con pinzas sin grandes dramas, una entregada esposa que le gusta llenarse de hijos, un trío amoroso y mucho sobre la tan «excitante» vida personal de Stephen Hawking. Lo que menos importa son sus teorías. Una narrativa bastante digerida con escenas que llevan a otras subestimando al espectador.

Emily Watson es un papel bastante desperdiciado, con sólo dos cortas apariciones. Eddie Redmayne sostiene está película intimista, con un excelente manejo de su cuerpo y una actuación que cabe destacar, de ahí que tratemos de aceptar el por qué le dieron el Oscar 2015 a Mejor Actor.