The Holdovers es una película hermosa y conmovedora. Desde el principio pude sentir que sería una de esas películas que pueden parecer sencillas pero con un gran contenido emocional y sin ser forzadas.

El poder de la película proviene de su guion y sus actores, Paul Giamatti, Da'Vine Joy Randolph y Dominic Sessa hacen todo lo posible para llegar a nuestros corazones, y en mi caso, lo lograron. Es simplemente mágico cuando durante un largometraje uno puede sentir lo que los personajes sienten y esa es la magia de un guion dispuesto de la mejor manera posible.

Conforme se desarrollaba la película no pude sacarme de la cabeza esas vibes de Dead Poets Society, a pesar de que la trama y el desarrollo son completamente diferentes tuve esa idea todo el tiempo.

Me gustaría que triunfara en los Premios de la Academia, se lo merece y guarden esta película para las próximas Navidades junto a los clásicos de siempre.