Otra más al montón de los intentos de cine de terror que tanto vende desde hace un tiempo, en este caso el acuático Stockwell nos trae una historia centrada en el tráfico de órganos y en la que los principales protagonistas son un grupo de turistas perdidos en brasil.
Así nos encontramos ante una trama que va perdiendo fuelle a medida que avanza ya que el guión se va empobreciendo sin sacar todo el jugo que podría haber dado el tema, además del problema que tienen este tipo de films que hecha la presentación del grupo protagónico ya sabes quien caerá y quien tiene más papeletas de salvarse y en este caso es dificil fallar.
Otro problema cuando vas al cine a ver una peli de miedo, es que no consiga crear ni un sobresalto al espectador, aquí todo se ve venir. Lo más remarcable del film es la ambientación, pues aparecen bonitos paisajes brasileños y alguna escena acuática como no podía faltar en un film de Stockwell además de las chicas en bikini marca de la casa.
Para ver en casa sin malgastar el dinero del cine.