No tenía pensado escribir una crítica sobre Chappie, ya que en general escribo pocas críticas. Pero en este caso he encontrado motivos más que necesarios para valorar esta película.

A veces aquellos que hacen crítica, que hacemos crítica, confundimos nuestros gustos personales con la verdad, confundimos nuestra idea de cine con lo que en realidad es el cine. Entendemos u el cine bajo un único idioma que es el de Hollywood y no entendemos que hay muchos más lenguajes que no encajan al 100% con los cánones del cine "made in America", es decir, cuando vemos cine americano seguimos una serie de pautas para valorar una película que seguramente no sean las mismas quedebemos usar si se trata de una película europea por ejemplo. Es cierto que usamos el mismo instrumento, el cine, pero no necesariamente nos expresamos en lenguajes idénticos.

En este caso Chappie peca de ser una película incomprendida, en el sentido más literal de la palabra. Es decir, no captamos el sentido de lo que estamos viendo, sino que interpretamos la película bajo el prisma de un lenguaje similar y conocido. Es decir ¿sería lo mismo Chappie como una película rodada en Johanesburgo (Sudáfrica) que como una película realizada en cualquier ciudad de Eatados Unidos como Los Angeles o la más cercana por violenta Detroit?

Si somos incapaces de valorar el contexto de una obra mejor que no la juzguemos, porque estamos faltando a la verdad y a la sinceridad. Hay quien habla de Chappie de película de violencia exagerada, de desafortunada ambientación o hasta de lo inapropiado de los espectaculares grafittis del edificio en el que se desarrolla una buena parte de la película. Pero tenemos que ponernos en situación, Johanesburgo es una ciudad muy desigual, en la que los extremos comparten espacios y los muy ricos viven junto a los muy pobres, este es el caldo de cultivo de una sociedad extremadamente violenta. Ese es el contexto en el que nos sitúa Neill Blomkamp y es un maestro haciéndolo, Blomkamp es de los pocos directores capaces de darle un verdadero contenido social a un film sin por ello renunciar a los efectos especiales y las explosiones. Muy pocos directores son capaces de hacer creíbles sus realidades alternativas como es capaz de hacerlo Blomkamp, añadiéndoles esa carga de suciedad, de personajes de bajos fondos, de miseria y en cuanto se ha alejado de Hollywood, donde creó Elysium, ha vuelto a revuperar la crítica social sin la carga de moralina "american style"

Pero di hay un tema por el que destaca Chappie ese es sin duda la ya manida idea en el cine sobre la identidad del robot y sin duda esta es una de las " yo robot" más creíbles y veraces. No es ni tan simplista como el "yo robot" de Will Smith ni tan petulante y cargante como (perdónenme por esto) Blade Runner. El personaje de Chappie es creíble y auténtico, en blade runner, yo robot, inteligencia artificial o robocop el humano se vuelve robot: esquemático, duro e inflexible ¿no es más real que un robot que piensa se humanice? Será así más vulnerable, más temeroso. Desde el primer instante sabemos que Chappie es Chappie, desde el primer gesto.

Pero no todo es ideal en esta película y aunque Blomkamp recupera parte de su frescura con respecto a Elysium, aún queda para llegar al nivel de District 9. Blomkamp atiende a demasiados lugares comunes con district 9, lo que hace que el guión se vuelva por momemtos previsible y nos venga a la mente eso de "esto ya lo he visto amtes".

Creo que Blomkamp necesita dar un paso más para convertirse en un gran director de verdad y es que hasta ahora sus grandes ideas, sus críticas sociales y su sentido estético se ve lastrado por la acción desmedida. Al final la única respuesta posible ante los problemas parece ser liarse a tiros con todo y así su cine, en un principio único y diferente, retorna al redil de lo normal.