A pesar del innegable poderío audiovisual de ésta segunda entrega de BLADE RUNNER que lleva camino de convertirse en una saga de replicantes, el guion se permite excesivas licencias que miradas al microscopio, pueden llegar a sonrojar un poco a cualquiera que sea capaz de abandonar, un poco, la cantidad de críticas tan deslumbradas y deslumbrantes que tiene BLADE RUNNER 2049.

No cabe duda que la fotografía es magnífica y la banda sonora, nuevamente HANS ZIMMER, acompaña impecablemente lo que sucede en pantalla, pero demasiadas veces acecha el aburrimiento que en la mayoría de las ocasiones se salva por otra batería de imágenes y música a todo volumen. Las actuaciones de RYAN GOSLING, HARRISON FORD, ANA DE ARMAS, JARED LETO y SYLVIA HOEKS no traspasan la pantalla y el guion sigue lanzando cabos que nadie recoge y son muchos ya.

Para querer emanciparse del peso de BLADE RUNNER original, se usan demasiadas veces sus mismas bazas visuales, aunque aquí parece que no acaban de fundirse con el resto de la cinta y las citas nostálgicas a ELVIS, MARILYN o SINATRA o el bar retro del RESPLANDOR, entre otras argucias, no acaban de entenderse más allá de una licencia del director y son muchas ya.

Demasiadas ocasiones tengo la sensación de estar viendo una película televisiva, no en su objetivo en cuanto al público, sino en su misma factura en forma de un gran video-clip. Con todo, debe verse, aparte de por formarse cada uno su propia idea, porque también es un producto más que digno, ni obra maestra como dicen, ni tan malo como para huir de él.