Dirigida por Francis Coppola que por supuesto lo hace bien, pero uno no lo terminará recordando por esto a pesar de que el film es ameno y tiene buenas intenciones. Basada en un libro de John Grisham trata sobre la vida de un joven a punto de recibirse de abogado que tiene en sus manos un caso sumamente importante como es la negación por parte de una compañía de salud a cubrir los gastos de un paciente con leucemia. A partir de allí veremos todos los matices legales de la historia, la mayoría de ellos fuera de la ley, por parte de los abogados de la Compañía. Así solo con su socio (el entrañable Danny DeVito) se enfrentarán a algo que está más allá de su comprensión y que deberán desentrañar para poder llevar adelante el caso. Dentro de las actuaciones el film cuenta con sólidos actores que le dan un plus al mismo: Matt Damon (muy correcto), John Voight (de probada eficacia), Danny Glover (con un breve pero en un rol empático) y Mickey Rourke (que debo decir que aquí esta bien). Sin ser un film memorable logra entretener y hacer pasar dos horas altamente entretenidas.