Hay varios puntos que resultan difíciles de digerir.

1) A pesar de la decisión de Tim, de arriesgar su vida para rescatar a una niña hondureña, no hay crisis familiar ni de pareja (Tim tiene esposa y cinco o seis hijos) ante semejante decisión, que, además, no es una tarea encomendada por sus superiores, sino una cuestión personal.

2) Un padre, hondureño él, acepta dejar a sus dos niños en manos de una absoluta desconocida, y ni siquiera sospecha cuando no le dejan entrar al apartamento en que sus hijos harán un "casting" de talentos. Allí los deja durante horas y cuando vuelve por ellos, mucho tiempo después, no quedan rastros.

3) Las escenas en la selva colombiana son más propias de cualquier aventura de Indiana Jones, que de una situación real. Un "gringo" ingresa, desarmado, a una zona dominada por guerrilleros armados hasta los dientes, inescrupulosos, caricaturescamente malos y feos, y rescata, de las propias entrañas del monstruo, a la pequeña niña secuestrada, matando al jefe malo, y huyendo a pie por un lugar del que no conoce ni cómo llegó hasta allí.

4) En el campamento, previo a incursionar en el terreno hostil, Tim envía mensajes a su esposa, en los que le dice que esa niña podría ser su propia hija...los guerrilleros ni le quitan el celular, a pesar de registrarlo antes de subirlo a su lancha.

5) Lo peor es el desarrollo del argumento, que no oculta en ningún momento su interés por hacernos creer que estamos en una lucha entre apropiadores de niños indefensos por un lado, y superhéroes dispuestos a defendernos de ellos por el otro. Nada de bucear un poco más profundo, en entender el fenómeno y sus causas(la pobreza extrema, el déficit en la educación, la corrupción de los Estados, que conduce a lo anterior).

6) Por otra parte, para el director, los niños que regresan de ese infierno a sus casas, siguen con sus vidas como si nada hubiera ocurrido, después de haber pasado por semejantes humillaciones, vejados y violados por decenas de degenerados.

Cartagena y Tijuana no deberían ser estigmatizadas como el paraíso de la pedofilia. Les diré algo: acaba de ser imputado en Uruguay un Senador de la República, del partido de gobierno, por 22 delitos de abuso y violación de menores. El respetable representante tenía un amigo -también imputado, ambos con prisión preventiva- que reclutaba a los jóvenes en parques adyacentes a locales de enseñanza. El presidente y el Ministro del Interior respaldaron al pedófilo, obstruyendo el trabajo de la Justicia. Vengan por aquí, hay mucho material para hacer una película basada en hechos reales, con todos los ingredientes que le faltaron a "Sonido de libertad".