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Voto de el hombre del coco:
8
Western El explorador Cable Hogue es abandonado en medio del desierto por sus crueles compañeros Taggart y Bowen, que le arrebatan la montura, el rifle y las provisiones. Después de caminar bajo un sol implacable durante cuatro días, cuando ya está al borde del colapso, nota que sus botas están húmedas... (FILMAFFINITY)
2 de febrero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que grande que es Jason Robards. Esa mirada que tiene y ese porte son la imagen perfecta para Cable Hogue.
Su historia es la de un infortunio, es la de un pobre desgraciado; su historia es también la historia de cierta América. Abandonado en el desierto sin agua y cuando la suerte parece que se le va a escapar encuentra un oasis que le cambia su vida. De ahí en adelante cambia su vida y se cruza con un reverendo (David Warren, soberbio en todo momento) que le ayuda a cambiar y sobretodo con Stella Stevens quien le roba su corazón y su mente. De ahí en adelante vemos como cambia este pobre desgraciado sin olvidar su venganza. El desenlace grandísimo.
Lo único que enrarece la película es algo que en parte se debe a otro tipo de western más ligero que influenció a Peckinpah: el toque de humor que tiene (¿influencia acaso del spaghetti-western?). Ojo, lo que más enrarece no es el humor en sí que tiene sino las escenas a cámara rápida que le quitan ligeramente la imagen crepuscular que tiene la película.
Por cierto, Stella Stevens bellísima en todo momento. Al ver la película hay una frase entre ella y Cable que me ha parecido que muestra lo profundo de la película y resulta que esa misma frase otro compañero de filmaffinity coincide en remarcarla: “estás preciosa” “ya me has visto antes” y le responde Cable a Hildy “nunca antes te ha visto nadie” (para quien no lo sepa ella había sido hasta entonces una mujer de la vida, alias fulana).
La lástima es que hay algunos aspectos de la película que no permitan que luzca más. Si así fuera sería un clásico desde ya y solo se ha quedado, que no es poco, en película de culto. Por cierto, Jerry Goldsmith el año de esta película compuso la música de Patton. Aquí hace un muy trabajo aunque seguramente difícil de oir fuera de la película.
Para acabar, la llegada del coche implica el final de muchas cosas (a nivel real y metafórico). Así que solo queda aplaudir a Peckinpah por lo genial de su película.
el hombre del coco
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