Se titula Romeo y Julieta…de ¡William Shakespeare! Tócate los pies. Vamos que le dejas el manifiesto comunista y las tesis de abril a Baz Luhrmann y le pides que te monte un estado socialista y te prepara la ciudad de los muchachos con paquito chocolatero incluido.

No me extraña, los australianos han pasado en treinta años de criar canguros a creerse artistas y creadores consumados. A los europeos el proceso nos duró siglos, toda la Edad Media.

Todo ello importa muy poco, lo esencial es que dentro de los mil millones de personas que consumen mensualmente cine tengamos un espacio para este tipo de productos. Y lo tiene, como lo tiene Gran Hermano, canciones como el tractor amarillo o los libros de Nuria Roca.

El arte ya no se elige, se consume.

Lo que más rabia me produce es que uno de mis mejores amigos de esta web le debe de encantar por la nota que tiene. No seas pelotudo…