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Voto de vircenguetorix:
6

Voto de vircenguetorix:
6
6,3
808
15 de abril de 2009
15 de abril de 2009
25 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lejos de los grandes westerns que Delmer Daves nos regaló en los años 50, tenemos este por título “Cowboy”, que por irregular nunca ha podido figurar en la categoría de indispensables del género. La película tiene momentos, buenos y malos, pero al margen de sus dientes de sierra en cuanto calidad, lo peor es que no termina de definirse, no sabe si quiere ser un western comedia o una drama y al final anda en terreno de nadie.
Algunas de sus debilidades son la propia historia de amor, muy floja, un final apresurado y anodino, y por supuesto un Jack Lemmon, que aun siendo un gran actor, en este santo género los papeles le quedaban muy mal, verle de vaquero es lo mismo que ver a Stallone de sacerdote.
Los aciertos de “Cowboy” no son muchos pero sí son de postín, sobre todo la estupenda desmitificación de toda la idealista vida del vaquero, que de la mano de urbanitas pensaban que estar con las vacas en las praderas era no sólo saludable sino hermoso. Aquí no se andan con falsedades y nos muestran la dureza de un trabajo que te quitaba más años de vida que los cigarros sin boquilla. También Glenn Ford, que le gana por más de dos cuerpos a Lemmon, está fantástico.
Ya saben, si quieren hacerse ricos rápidamente olvídense del campo, recuerden que todos los negocios que implican seres vivos están sujetos a más factores de azar que los que puede tener un diamante o una antena parabólica.
Algunas de sus debilidades son la propia historia de amor, muy floja, un final apresurado y anodino, y por supuesto un Jack Lemmon, que aun siendo un gran actor, en este santo género los papeles le quedaban muy mal, verle de vaquero es lo mismo que ver a Stallone de sacerdote.
Los aciertos de “Cowboy” no son muchos pero sí son de postín, sobre todo la estupenda desmitificación de toda la idealista vida del vaquero, que de la mano de urbanitas pensaban que estar con las vacas en las praderas era no sólo saludable sino hermoso. Aquí no se andan con falsedades y nos muestran la dureza de un trabajo que te quitaba más años de vida que los cigarros sin boquilla. También Glenn Ford, que le gana por más de dos cuerpos a Lemmon, está fantástico.
Ya saben, si quieren hacerse ricos rápidamente olvídense del campo, recuerden que todos los negocios que implican seres vivos están sujetos a más factores de azar que los que puede tener un diamante o una antena parabólica.