A estas alturas casi todos sabemos como el llamado cine independiente tiene un aura semirreligioso para muchos críticos que hace que una y otra vez se encumbren películas muy flojitas simplemente porque tocan temas sociales y eso es palabra de Dios.
En realidad "Fresh" es una película muy pobre, que esconde sus miserias de guión detrás de un velo de marginalidad que hace autoflagelarse al espectador para sentirse culpable.
Su mensaje es bastante lamentable, el chaval disfruta la venganza como el que más y además hay un punto evidente de sadismo en todo ello evidente.
Palabrotas, tiros y drogas por aquí y por allá, crean problemas para que el niño listo se encargue de resolverlo todo. Si hubiera estado en "Pánico en el túnel" cuanta gente se hubiera salvado organizándolo todo con Stallone.
Menos mal que el tiempo ha hecho justicia con el mediocre Boaz Yakin y ha terminado haciendo "Dirty Dancing 2".
Desde luego que sobre estos temas recomiendo mejor "Los chicos del barrio" que es diez mil veces mejor, aunque es cierto que su director John Singleton haya terminado igual o peor que Yakin.
Lo mejor la actuación como casi siempre de Samuel L. Jackson.