Documental de diez capítulos que nos cuenta la última temporada de los Chicago Bulls del gran Michael Jordan (97/98), la mega estrella que puso a los “toros” en el olimpo del baloncesto.

El documental nos da una visión de un Michael Jordan extremadamente competitivo, nada amable con sus compañeros, a los que exprime hasta las últimas consecuencias, al que solo le importa triunfar en su profesión. Así vemos como M.J. “pasa” de involucrarse en temas sociales o políticos, etc... grandezas y miserias del que, muy a mi pesar, es el mejor jugador de baloncesto de la historia.

Como siempre que veo un documental de la NBA, me llama la atención todo lo que rodea a un jugador, sobre todo si es una megaestrella como M.J. : los agentes, la seguridad... imposible llevar una vida normal y no endiosarse un poco (o un bastante). Me pareció muy reveladora la escena en la que M.J. está tumbado viendo la televisión tranquilamente y dice “así soy yo, este soy yo de verdad”, un tipo normal que juega al baloncesto. ¡La verdad es que hay que ser de otra pasta para soportar la increíble presión que supone ser una estrella!

Pero hasta los más grandes tienen debilidades. En el caso que nos ocupa, era la figura paterna. Cuando M.J. pierde a su padre, este es “sustituido” por el jefe de seguridad.

The Last Dance nos muestra además de las virtudes y debilidades de M.J. como la NBA se convirtió en un fenómeno global gracias a él, como cambió la cultura, la ropa (nunca le agradeceré lo suficiente que empezase a usar calzonas grandes. No sé cómo podíamos jugar con las apretadas de los 80), el juego...

The Last Dance es un documental que hay que ver seas o no amante del baloncesto. Imprescindible para conocer un fenónemo que masas que transciende lo meramente deportivo. Aunque sea muy desmitificador...