Esto no es cine, es una exhibición de tecnología digital, músculo y violencia. El interesante tema se queda en nada al no desarrolarse, no hay trama. El guión resulta ridículo al limitarse a una voz en off que se dedica a alabar la valentía de los héroes. Los diálogos son escasos e inconexos. Un director honesto no habría intentado rellenar la nada con dos ridículas historias paralelas, una se supone de amor, la otra de traición, que están tan poco tratadas que se despachan con un par de escenas, resultando islas incomprensibles en mitad de un océano de sangre y músculo. Da pena y es lamentable.

Sobre las supuestas bondades he de decir que:

- Los homenajes están muy bien siempre que dignifiquen al homenajeado y no queden en parodia.

- En el cine, una estética particular sirve para apoyar lo que se quiere contar, si lo que se cuenta no es nada, sólo un pretexto para una estética particular, no es cine, quizás sí arte digital.

- Dudo que como arte digital esto tenga algún valor, si lo tiene, un cortometraje, bastante corto, habría resultado mucho más digno, aunque menos rentable.