Me gustan los comics aunque soy de mente abierta y concedo a las películas muchas de las licencias que se toman. Como dato aparte, diré que las hormigas, como las arañas, son de esos insectos que no me dan asco, y tal vez se deba en parte a que éste fue siempre uno de mis personajes favoritos. Si sumamos a esto la larga espera desde que la anunciaran, las ansias por ver la película, nunca buenas porque aumentan las expectativas, eran muy grandes. ¿Y que pasó? Lo que no me esperaba: No me decepcionó.
Al contrario, la película me ha gustado hasta el punto que me atrevo a decir que está entre las tres mejores que Marvel ha hecho hasta la fecha. La historia que se nos cuenta pasa de los macroeventos a los que se deriva últimamente para contarnos una historia más personal y cercana, la del Dr Pym que teme que la tecnología que usara antaño para ser Ant-Man caiga en manos equivocadas. Partiendo de la existencia de tal prodigio, la historia es sólida y va al ritmo justo, con mucho sentido del humor y un reparto a la altura. Los efectos especiales, cómo no podía ser de otra forma, dan la talla dejando, gracias a la particularidad del personaje, mucho sitio a la creatividad que rebosa en espectaculares secuencias e ideas muy originales para sacar jugo al traje. Y no podemos olvidar que se entrelaza muy bien con el resto del universo cinematográfico de Marvel, deparándonos algún cameo y muchas referencias que los fans reconoceremos.
En resumen, una película que falsamente da la apariencia de pequeña si antes de verla pensamos en los Vengadores, pues destila una enorme personalidad y buen hacer. La he disfrutado muchísimo a pesar de todo lo que esperaba, como cuando fui a ver Iron Man en su momento. El imposible Hombre Hormiga ha llegado, y haciendo una buena entrada.