Creo que el mayor éxito de esta serie es la química que derrocha la pareja protagonista. Salta de la pantalla y te abofetea. Si a esto unimos un guión bastante potable, personajes característicos y creíbles, y por supuesto, se pasa por alto las exageraciones técnicas, tenemos una serie que ya va por su sexta temporada, reinventándose y evolucionando, y que sigue siendo interesante. Para mí fue una sorpresa ver a Boreanaz en una buena serie, después del fiascazo de Angel.
Lo mejor, la tensión sexual no resuelta de Brennan y Booth, espero que los guionistas no caigan en la tentación de juntar a estos dos. Creo que ese sería el fin de la serie, sin duda.