20 de abril de 2009
25 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Stephen King siempre le escozió que Stanley Kubrick masacrara su novelucha para hacer arte.
Cuando tuvo la oportunidad de adaptarla fielmente no perdió ocasión y hete aquí el resultado.
Telefilm cutre, mal interpretado, alargado hasta lo insoportable y que obviamente no resiste comparación con su antecesora.
He leido la obra original y hay que reconocer su fidelidad, lógico por otra parte, el guionista es el propio King.
Pero esto, lejos de ser un garante, es un obstáculo.
Se comprende porque Kubrick lo adaptó a su antojo, y es que, si ya la historia andaba a veces por la senda del ridículo plasmada en papel, ya en imagenes queda multiplicado el efecto.
Bodriete innecesario.
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