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Voto de Vagabundoespiritual:
2
Intriga. Drama La trama se presenta como la historia de una niña de vacaciones en Chile que, de buenas a primeras y sin otros síntomas previos, comienza a perder el control de sus facultades mentales. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2013
5 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magic Magic es un drama psicológico con leves intentos de suspense (aunque se está vendiendo como un thriller psicológico de horror) que nos propone Sebastián Silva en su doble faceta de guionista y director. Es la enésima incursión en los intrincados pasillos de la desesperación y la locura que el cine realiza, ya que a lo largo de poco más de un siglo ha realizado con mejor o peor fortuna aproximaciones a este difícil universo. El tema es complejo y el acercamiento al mismo puede realizarse desde múltiples perspectivas (comedia, drama, thriller, documental, terror, surrealismo, etc.), pero de lo que no hay duda es que si no se hace con un mínimo de rigor y respeto se suele caer en estereotipos simplistas y pueriles.

Entre las muchas cintas que considero se han sumergido en las profundas y confusas aguas de la demencia de una forma más satisfactoria (independientemente de la perspectiva empleada) destacaría: Alguien voló sobre el nido del cuco de Milos Forman, De la vida de las marionetas de Ingmar Bergman, Nido de víboras de Anatole Litvak, Equus de Sidney Lumet, Spider de David Cronemberg, Carretera perdida de David Lynch, De repente, el último verano de Joseph L. Mankiewicz o En la boca del miedo de John Carpenter. Desgraciadamente esta cinta chilena poco o nada tiene que ver con los títulos mencionados y lo único que logra es convertirse en un eficaz medio para producir tedio y somnolencia.

La cinta arranca con la llegada de Alicia (Juno Temple), una adolescente californiana, a Santiago de Chile para visitar a su prima Sara (Emily Browning). Apenas transcurridas una horas en la capital chilena Alicia acompañará a su prima, Agustín (Agustín Silva), el novio de esta, Bárbara (Catalina Sandino Moreno), hermana de Agustín y Brink (Michael Cera), un amigo estadounidense de todos ellos que lleva viviendo cerca de dos años y medio en Chile, a una pequeña isla situada al sur del país. A mitad de camino Sara debe regresar momentáneamente a Santiago y el resto, no sin las quejas de Alicia, prosiguen su camino. Nada más llegar a la isla el ambiente comienza a enrarecerse y poco a poco Alicia, que no puede conciliar el sueño, comienza a comportarse cada vez de forma más extraña.

El argumento, aparentemente prometedor, se queda por desgracia en eso, una promesa no correspondida. Su desarrollo excesivamente moroso (apenas sucede nada los primeros 40 minutos de película), pequeños (o grandes) elementos disonantes que pretenden generar inquietud y suspense y se acaban convirtiendo en “pegotes” inconexos (como un final fuera de contexto) y lo ridículas, infantiloides e insustanciales de algunas acciones de los personajes protagonistas que van provocando que se acelere el desplome mental de Alicia, consiguen minimizar nuestra empatía con lo que vemos. Al menos a un servidor la indiferencia y el aburrimiento es lo que le provocaban estos adolescentes cansinos y un tanto estúpidos.

El gran demérito de todo este desaguisado es atribuible a Sebastián Silva, que además de realizar un libreto carente de intriga y emoción y que se va dispersando poco a poco (nuca se tiene claro que es lo que realmente pretende contar), se muestra incapaz de imprimirle temple y agilidad a la narración, a pesar de un fabuloso trabajo de fotografía por parte del gran Christopher Doyle y un estupendo empleo de la banda sonora. El otro inconveniente difícil de digerir de la cinta es la casi omnipresencia de un Michael Cera que está infame, y echa por tierra la magnífica interpretación de Juno Temple, que transmite perfectamente cómo (muy poco a poco) va derrumbándose como un castillo de naipes y entrando en una espiral de alienación descontrolada. De hecho, la señorita Temple (que me cautivó en Killer Joe) es el motivo único por el que me mantuve estoico hasta el final del metraje.

Resumiendo, Magic Magic es un drama psicológico con toques de naturalismo que se va perdiendo por el camino, mientras provoca bostezos, hasta llegar a un final verdaderamente horrendo (ver spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vagabundoespiritual
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