La verdad es que si la primera no la has visto ni te molestes en ver esta nada más que por que la vas a infravalorar muchísimo. Totalmente a favor de esta segunda parte puesto que el espectador merecía saber que pasó con su padre y con la historia en general, la verdad que de vez en cuando es muy forzado pero Patrick Wilson merece un galardón por un magistral papel en esta secuela en la que encarna a la perfección a un padre...SPOILER1.
Las suaves trazadas que Wan realiza en este largometraje son un destello de imaginación, pero no en esta sino en la primera, gracias a la cual esta no habría existido, la verdad que en esta secuela doy mucha mas importancia a los momentos en los que dos cabos se unen y comprendes un poco más la historia que cuando aparece una mano bajo la cama que te coge la pierna, es decir, los sustos. Si bien los sustos sobraban, esta película, sin sustos sería, para mí una aún mejor metraje, por qué, porque el espectador quiere sustos, y la verdad es que a veces es tan premeditado que parece que sientas la obligación de asustarte tu también, por no hacer el feo a Wan, pero la base de la historia es totalmente igual que todas las plantillas de hollywood, lo que cambia son los ingredientes principales.