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Voto de Franz Beckenbauer:
8
Acción. Thriller Un tal Simon siembra el pánico en las calles de Nueva York haciendo explotar una serie de bombas, y asegura que no dejará de hacerlo a menos que el agente John McClane acceda a jugar con él a un juego llamado "Simón dice". Con la ayuda de Zeus, un electricista de Harlem, el agente comienza una trepidante carrera para resolver las adivinanzas planteadas por el terrorista y, al mismo tiempo, para averiguar sus intenciones. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
John McTiernan volvía a la dirección tras su ausencia en la segunda entrega de la saga que él había iniciado. Cabe destacar que cada peli de La jungla de cristal se ha desarrollado en un lugar diferente. En la primera la acción transcurrió en el edificio Nakatomi de Los Ángeles , en la segunda la trama se situó en un aeropuerto de Washington y en esta tercera parte todo tiene lugar en la ciudad de Nueva York. De tal modo que nuestro policía preferido, el teniente John McClane no tendrá otra elección que volver a la acción para solucionar la situación que nuevamente un grupo de terroristas ha creado. Si en los films de 1988 y 1990 los acontecimientos se sucedían en lugares concretos, en este hay bastante más movimiento, pues al ocurrir todo en una gran ciudad obviamente existe un mayor número de alternativas y variantes a la hora de desarrollar el guion. El guion no es que sea muy innovador con respecto a los anteriores, pero no se puede negar que es super entretenido. Porque la película apenas arranca y ya comienza todo, sin prólogos ni explicaciones de ningún tipo, simplemente sin más. Muy a lo Jungla de cristal para que nos vamos a engañar. Los malos de esta ocasión no tienen nada que envidiarles a los de los metrajes precedentes. Parece ser que con cada entrega se vuelven más inteligentes, más astutos y sobre todo más malos. Lo bueno es que aquí nuestro agente de policía no está sólo, ya que Zeus (Samuel L. Jackson) está todo el rato detrás de él ayudándole a impedir los malvados planes de los antagonistas de turno. Jeremy Irons se pone en la piel del villano que busca venganza contra McClane y vuelve todo ese conflicto en un asunto personal. La trama es una carrera por evitar que una serie de desastres y desgracias llegue a pasar, y el ritmo como no podía ser de otra forma es imparable. Así vemos 2 horas de acción muy intensas y que son una atractiva propuesta para desconectar un poco de lo que hagas habitualmente si estás cansado de hacerlo. Me ha gustado más que la segunda y mira muy de cerca a la primera. Bruce Willis tiene un carisma increíble a la hora de interpretar a sus personajes. Es divertido y nunca deja indiferente a nadie con su típico y peculiar humor. Menudas escenas de acción se marca el tío conduciendo el taxi en medio del parque y saltando de puentes. Que bien se lo pasa uno viendo las peleíllas entre él y Samuel L. Jackson. Recomendable para cualquier espectador que esté aburrido y de visionado obligatorio para los amantes del cine de acción más puro.
Franz Beckenbauer
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