Película con una trama interesante, un elenco maravilloso y una banda sonora formidable.
De nuevo, nos presentan a los personajes que todos conocemos, pero esta vez la historia es distinta. El rey Luís es un pésimo monarca que no se preocupa lo más mínimo por su pueblo, el cual está hambriento debido a la falta de alimentos. Su nefasto reinado provoca alborotos en la capital. Para cambiar las cosas, nuestros estimados héroes tratarán de hacer un cambio en el trono. Y es que el prisionero que liberarán y convertirán en rey es el gemelo del cruel tirano que reina en el caos.
El guion no ofrece nada nuevo, pues ya ha habido alguna que otra versión de esta historia. Lo que sí nos puede resultar curioso es el secreto mejor guardado de la película, del que, por cierto, no hablaré aquí, sino en spoilers. Respecto a las actuaciones, todos están bien y se nota que hay una muy buena química entre todos los miembros del reparto. Leonardo DiCaprio resulta creíble en sus dos papeles, Jeremy Irons es perfecto para el papel de Aramis, John Malkovich hace posiblemente la mejor interpretación del film, Gérard Depardieu brilla siempre que saca su lado cómico, y por último, Gabriel Byrne, que, al igual que Malkovich, hace un trabajo excepcional con su papel.
La música es brillante. Sobre todo, en el tramo final cuando los buenos se encuentran acorralados y aun así no se rinden.