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Animación. Fantástico. Ciencia ficción
En Treasure Town, donde la luna sonríe y los chicos pueden volar, la vida puede ser tan maravillosa como terrible. Kuro y Shiro, dos huérfanos que se buscan la vida como pueden, otean la ciudad como halcones y no paran de meterse en líos. Su reinado en las alturas tocará a su fin cuando aparezca un grupo de mafiosos. La ciudad está en peligro, y Kuro y Shiro están dispuestos a acudir al rescate aunque tengan que enfrentarse a la yakuza ... [+]
29 de diciembre de 2010
5 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni soy un experto, ni soy un novato en cuanto a películas anime, no soy lo primero porque tampoco he visto toneladas de este género, y no soy lo segundo gracias a haber visto buenas obras dentro de este estilo. Puedo citar aquella que me abrió el camino y me indujo a querer ver más, "El viaje de Chihiro", después fui confirmando el buen hacer de los nipones en otras historias como "El castillo ambulante", "Nausicaa", "La princesa Mononoke", "Laputa" (por razones obvias en español recibió esta última el nombre de "Castillo en el cielo") etc... También he tenido la fortuna de encontrarme con buenas series como "Cowboy bebop", "Samurai Champloo", o la que me ha parecido la mejor hasta la fecha "Monster"...
Bien, todas estas horas disfrutadas con la animación japonesa se podrían haber quedado en el limbo si en lugar de Chihiro me hubiera dado por iniciar el camino del samurái con "esta cosa de nombre impronunciable". En numerosas ocasiones he leído críticas, en esta página, en otras, y en los periódicos, en las que se pone a caer de un burro los juegos de artificio montados en las películas de acción americanas, en las que son los efectos especiales los protagonistas siendo el argumento un mero armazón del que colgar lo realmente importante para ellos, los dólares invertidos en impactar.
Bueno, pues estamos ante un caso igual, el argumento, los personajes, la historia en si, en este anime, es una soberana idiotez, no dice nada, los personajes son repelentes, no hay nada de lo que se cuente que realmente interese. Eso si, la carcasa es espectacular, las panorámicas, los juegos con la cámara a vista de pájaro, los paisajes onírico-pesadillesco del final, si, todo ello es magnífico.
¿Es suficiente...? para mi no. Ahora, de todo hay, tengo un primillo que un día vino de visita a casa, estaba un poco nervioso así que le dije si quería ver la tele, le puse "futurama", pensando que los dibujos le entretendrían, y se aburría, así que zapeé un rato y llegamos a una serie japo llamada "Yu Gi Oh!", una bufonada consistente en luchas con cartitas, peinados estrafalarios y frases bobas dichas con solemnidad... Pues el muchacho lo vio tan a gusto, será el cambio generacional...
La recomendaría como disfrute estético, ya que en su apartado visual alcanzan cotas altísimas, pero en el resto es un cero, con lo que, si te da por iniciarte en el anime, olvídalo, busca Chihiro...
Bien, todas estas horas disfrutadas con la animación japonesa se podrían haber quedado en el limbo si en lugar de Chihiro me hubiera dado por iniciar el camino del samurái con "esta cosa de nombre impronunciable". En numerosas ocasiones he leído críticas, en esta página, en otras, y en los periódicos, en las que se pone a caer de un burro los juegos de artificio montados en las películas de acción americanas, en las que son los efectos especiales los protagonistas siendo el argumento un mero armazón del que colgar lo realmente importante para ellos, los dólares invertidos en impactar.
Bueno, pues estamos ante un caso igual, el argumento, los personajes, la historia en si, en este anime, es una soberana idiotez, no dice nada, los personajes son repelentes, no hay nada de lo que se cuente que realmente interese. Eso si, la carcasa es espectacular, las panorámicas, los juegos con la cámara a vista de pájaro, los paisajes onírico-pesadillesco del final, si, todo ello es magnífico.
¿Es suficiente...? para mi no. Ahora, de todo hay, tengo un primillo que un día vino de visita a casa, estaba un poco nervioso así que le dije si quería ver la tele, le puse "futurama", pensando que los dibujos le entretendrían, y se aburría, así que zapeé un rato y llegamos a una serie japo llamada "Yu Gi Oh!", una bufonada consistente en luchas con cartitas, peinados estrafalarios y frases bobas dichas con solemnidad... Pues el muchacho lo vio tan a gusto, será el cambio generacional...
La recomendaría como disfrute estético, ya que en su apartado visual alcanzan cotas altísimas, pero en el resto es un cero, con lo que, si te da por iniciarte en el anime, olvídalo, busca Chihiro...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El argumento básico es el siguiente, no esperéis mucho más de lo que aquí voy a escribir, pues esta película tiene la profundidad de una charca.
Dos ladronzuelos de un distrito de Tokio controlan su barrio, uno es más bien un poco bobo (la película intenta convencerte que es bueno, pero no, solo es un seso abollaó), el otro es malote (en realidad es un cani que intenta cuidar al otro atontao). Los jakuza se quieren hacer con el barrio (¡Dominado por dos crios, uno de los cuales es un mermao!!!), el punto fuerte de los mafiosos es contar con un albino y tres mastuerzos, los cuales caen a manos de cani sin demasiados problemas sumido en un tripi maléfico en el que ve a su alter ego, aún más malote, que, para darle más impacto, lleva por máscara la calavera de un muflón descarnado... finalmente salva su alma recordando al bobalicón de su amigo...
Hay un par de hilos argumentales en paralelo. Uno, un jakuza obligado a ejecutar a su mentor que acaba tomando las de Villadiego con su novia abandonando la vida peligrosa del crimen en un coche familiar. El otro, un par de policías haciendo la ruta... Ambas historias, se desarrollan poco, y es una pena, porque resultaban más atractivas que los dos pequeños delincuentes juveniles...
Dos ladronzuelos de un distrito de Tokio controlan su barrio, uno es más bien un poco bobo (la película intenta convencerte que es bueno, pero no, solo es un seso abollaó), el otro es malote (en realidad es un cani que intenta cuidar al otro atontao). Los jakuza se quieren hacer con el barrio (¡Dominado por dos crios, uno de los cuales es un mermao!!!), el punto fuerte de los mafiosos es contar con un albino y tres mastuerzos, los cuales caen a manos de cani sin demasiados problemas sumido en un tripi maléfico en el que ve a su alter ego, aún más malote, que, para darle más impacto, lleva por máscara la calavera de un muflón descarnado... finalmente salva su alma recordando al bobalicón de su amigo...
Hay un par de hilos argumentales en paralelo. Uno, un jakuza obligado a ejecutar a su mentor que acaba tomando las de Villadiego con su novia abandonando la vida peligrosa del crimen en un coche familiar. El otro, un par de policías haciendo la ruta... Ambas historias, se desarrollan poco, y es una pena, porque resultaban más atractivas que los dos pequeños delincuentes juveniles...