Basada en una novela original de Scott Spencer. En el año 1974 dos jóvenes se enamoran a pesar de pensar de forma muy diferente. Él, desde pequeño, sueña con llegar a ser presidente de los Estados Unidos. Ella, por el contrario, es una chica idealista, revolucionaria, muy valiente y que no se corta ante nadie a la hora de expresar su opinión. Esto la llevará a causarle a él algún problemilla protocolario con ciertas personas que pueden catapultarle en un futuro a una carrera como congresista. Un día, mientras él ve la tele, se entera de que ha habido un atentado con coche bomba y han muerto tres personas entre ellas una joven estadounidense que resulta ser su amada. Ocho años más tarde, él se encuentra inmerso en su carrera como Senador y un buen día le parece haberla visto por la calle. A partir de entonces, tiene la convención de que ella en realidad no murió.
Considerada por gran parte de la crítica como un filme endeble, he de decir que a mi si me gusto. Es cierto que es algo extraña al combinar diversos géneros como el thriller político, el drama romántico, la intriga... supongo que todo esto aparecerá en la novela original de la que se basa el filme pero resulta, al menos para mi gusto, plenamente convincente según van pasando los minutos.
Al principio está la historia del asesinato de la chica y de la carrera política del chico ocho años después. Pero, poco a poco, la peli deriva en una cuestión con elementos fantásticos... o tal vez no. Todo ello con gran intriga que se nutre de buenos y clarificadores flash-back que nos cuentan lo que aconteció años atrás.
Al final, la historia es conmovedora, al tener mucha fuerza romántica que hace que emocione en los minutos finales.
Quizás algo ingenua y maniquea en algunas escenas, no le podemos negar al menos un intento de contar algo distinto, desde un punto de vista que se escapa bastante de la racionalidad.
El guión es francamente bueno y esta trabajado como explica que estuviese nominado en los Independents Sprilts. Sucede que, al igual que todo lo demás, en la vida es cuestión de gustos y al final reflexionar si lo que nos han contado nos llena y convence. En lo que a mi respecta, sí lo ha hecho esta historia que nos habla sobre todo de un amor intemporal, más allá de las diferencias ideológicas.