Ant-man en el Universo Marvel es un personaje ciertamente insignificante. Ni secundario. El hombre hormiga original, Hank Pym, tuvo su serie propia, allá en los sesenta, sin apenas éxito, y siempre vivió parasitando a los grupos a los que pertenecía: Vengadores, Defensores, Nuevos vengadores, etc... Pym fue un personaje patético, buscando diversas encarnaciones superheróicas, como Hombre Gigante, Chaqueta Amarilla, Doctor Pym y no se si alguno más. De hecho, fue juzgado y encarcelado por violencia de género.

Así, cuando Pym abandonó el traje del Hombre Hormiga, cayó en manos de un ladrón de buen corazón y que Stark redimió: Scott Lang, el protagonista de este filme. Personaje secundario de Iron Man, formó parte de Los Cuatro fantásticos y de Los vengadores, donde feneció. Siguió siendo un personaje insignificante no solo en su tamaño, sino en su importancia en el mundo de los comics.

Con un personaje así, ¿que tipo de filme esperas? Con dudas en su arranque de producción, con reescrituras del guión y desconfianza en el director, el resultado es cuanto menos, digno y afortunado. Es una entretenida película de superhéroes al uso, con buenos y malos, con participaciones de otros personajes del universo fílmico de Marvel, con un guión desenfadado y poco ambicioso, que es su mayor virtud. Paul Rudd confiere al personaje un carisma del que adolece en los comics y Michael Douglas sorprende en un papel que podía ser plano y que resulta concavo-convexo. Quizás la más postiza es la Lilly y el malo, que es decepcionante como civil y como supervillano.

Buen filme, sobretodo si se conoce de que mimbres se parte.