Con un lamentable guión de Stephen King, Miedo azul no pasará a la historia de los filmes de terror licantropicos. Es sosa, previsible, mal escrita, con unos personajes tópicos y con todos aquellos puntos en común con otros filmes basados en historias de King: pequeño pueblo estadounidense, con personajes cargados de problemas, escasa presencia de autoridad y adolescentes espabilados. Nada nuevo bajo el sol.

Pero el desarrollo de la historia es tremendamente chapucero, así el niño protagonista, paralitico, al que han despedazado a su amigo, tras varios horrendos asesinatos, se le ocurre salir de madrugada a echar petardos. Ya sabréis a quién se encuentra. O los padres hacen cenas nocturnas y se van de vacaciones dejando a los hijos solos. O la policía, que no recibe ayuda del FBI ante tal oleada de crímenes. Y luego están los secundarios que desaparecen sin explicación.

El licántropo se descubre al momento. No existe la intriga de "Salem's lot". No hay emoción alguna. Ni miedito. Ni interés. Pura mediocridad.