Me ha parecido que "Compulsión" tiene una gran virtud y un gran defecto, que al final vienen de lo mismo: el afán de no complicarse la vida.
Por un lado el amigo Ángel González parece decidir no complicarse la vida y rodar adaptándose al máximo a sus limitaciones presupuestarias, aprovechando al máximo sus medios y rodando con pocos actores en pocas localizaciones y sin florituras innecesarias, escenas cortas con transiciones limpias entre sí, encuadres cortos para dar sensación de angustia...y todo esto lo hace de forma bastante hábil, sin meterse en berenjenales, de manera que nada en esta película es demasiado ridículo, demasiado torpe o demasiado "cantoso". Lo que está muy bien.
Por otro lado el amigo Ángel González parece decidir no complicarse la vida y presentarnos una pieza de género canónica, sin experimentos, sin excesivas sorpresas: la chica en apuros, el psicópata, el lugar cerrado y apartado, el sadismo, la heroína improbable...Lo que ya no está tan bien, porque esta misma historia nos la han contado ya veinte mil veces con los mismos giros argumentales y con unos personajes prácticamente idénticos.
Como resultado uno puede ver "Compulsión" sin echarse las manos a la cabeza en ningún momento, pero dado que no hay nada que sorprenda o que impacte mucho, lo fácil es que uno la vea y la olvide sin más.