Haz click aquí para copiar la URL
España España · Aquí al lado
Voto de Cornapecha:
8
Acción Un grupo de mercenarios es contratado para infiltrarse en un país sudamericano y derrocar a su despiadado y corrupto dictador. Una vez allí, se verán atrapados en una telaraña de engaño y traición. Una vez fracasada la misión, tendrán que enfrentarse a un reto aún más difícil; salvar la unidad del grupo y la amistad que los ha unido durante largos años. (FILMAFFINITY)
1 de septiembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacer una crítica objetiva de Los Mercenarios es imposible. Analizada racionalmente es una película de acción inverosímil, violenta e increíble. Stallone casi da pena, parece que en cualquier momento se va a caer a pedazos (de hecho sufrió serias lesiones durante la filmación), el equipo parece de dibujos animados, los malos son de caricatura, los tiroteos alucinantes (por imposibles), el guión esquemático... Para los espectadores más jóvenes debe resultar bastante infumable.

Pero para aquellos que gozábamos durante nuestra adolescencia con estas fantasmadas Los Mercenarios es un homenaje fílmico, una nostálgica revisión de un tiempo que no volverá.
Sólo alguien que haya vibrado de emoción viendo Commando o Rambo puede entender esta película. Una película de cuando el cine se veía en el cine o en VHS, cuando internet no era ni un invento de la Patrulla-X, cuando eramos jóvenes, inconscientes y felices. Cuando Schwarzi lucía aquellos biceps de acero y el propio Sly no era todavía una caricatura de si mismo. Cuando era lógico y normal que un tipo pasase a tiro limpio entre doscientos enemigos sin sufrir un rasguño, los cargadores eran eternos y las explosiones gigantescas. Cuando los buenos ganaban siempre y los tiranos no tenían armas de destrucción masiva.

Si eres de aquellos jóvenes esta peli te va a encantar, recordarás las escenas, las fanfarronadas e incluso los estilismos. Disfrutaras de ese tono de autoparodia que envuelve toda la cinta, ese humor y esa sana tontería que destilaban aquellas obras maestras de la incultura de los 80 y 90.

Si no, mejor vete a ver Salt, por ejemplo y comprobarás lo triste que es tomarse a si mismo demasiado en serio
Cornapecha
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow