Horrible historia pro-belicista que viene a justificar la masacre norte-americano en tierras japonesas. Repugnante la visión de la historia (el discurso final casi me hace vomitar) y repugnante y empalagosa hasta más no poder la historia de amor a tres bandas. Los japoneses son representados como máquinas, mientras la humanidad y la sensibilidad corre a cargo de los soldados americanos, que pobrecitos (donde las dan las toman) recibieron una lección cuando los aviones japoneses les pillaron por sorpresa en su base de Pearl Harbor. Magnífica la puesta en escena del bombardeo. Pero nada más. Vomitivo remake yanki, distorsionador de la historisa. Patético.