Una buena película basada en hechos reales con dos buenos actores que cuentan la historia de dos personas, un matrimonio, que estuvieron casados unos años y compartieron una estafa. Ella era una artista que se ve embaucada por su pareja para atribuirle a él su arte y originalidad pintando, con la excusa de que es un buen vendedor y relaciones públicas. La película muestra al personaje de Walter Keane como un timador que se apropia del mérito de su mujer por casualidad y la realidad es que fue premeditado, fue un timador profesional y un mentiroso compulsivo.

Es la historia de dos personas muy diferentes, sin ninguna química en la pantalla, pero son personajes que van por libre.
Amy Adams interpreta a la artista Margaret Keane, una mujer tímida e ingenua con un estilo propio que con y sin su despreciable marido.
Christoph Waltz es uno de los mejores actores del mundo gracias a Quentin Tarantino que le dio uno de esos papeles inolvidables en Malditos Bastardos.

He visto casi todas las películas de Tim Burton y aunque en esta no se nota su típico estilo, es un biopic ambientado en los años 60 que podía haber rodado otro director, pero es Tim Burton haciendo una película "normal".