Partía con la premisa de que quizá estaba ante una de las comedias españolas más frescas de finales de los 90 pero la decepción ha sido casi absoluta. Partiendo de un reparto bastante decente, con actores curtidos en la comedia, como Pepón Nieto o Jordi Mollá, la película es una sucesión de "gags" con los que en ningún momento conecté. Creo que sólamente sirve como plataforma de lucimiento para un galán televisivo de la época, Alonso Caparrós, que, aparte de planta, aporta igual de poco que el resto de protagonistas.

Si en una película catalogada como comedia, no te ríes en ningún momento, es que falla casi todo.