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Voto de David Linares:
7
Thriller. Acción. Ciencia ficción Armado con tan solo una palabra –Tenet– el protagonista de esta historia deberá pelear por la supervivencia del mundo entero en una misión que le lleva a viajar a través del oscuro mundo del espionaje internacional, y cuya experiencia se desdoblará más allá del tiempo lineal. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2020
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así es, nos encontramos ante una de esas maravillosas obras que consigue moverse entre estas dos sensaciones: ¿Lo que estoy viendo es una tontería o algo profundo? Pues a ratos si a ratos no. A ratos estás viendo una escena no lineal bastante inteligente a nivel de guión y montaje, y que quizá te provoque más actividad cerebral de la cuenta, pero luego ves cómo estrellan un Boeing 747 (ocurrió realmente en el rodaje) y se te pasa.

Nolan desde que empezó a rodar blockbusters comerciales ha trabajado el género de la acción, quizá con tintes de ciencia ficción, y este caso tiene similitudes con lo que pudimos ver en Inception. Aquella obra era una simple película de atracos con el tema de los sueños (potencial muy desaprovechado en mi opinión) para engatusar al mayor público posible, ya que todos pueden seguir la trama con gran facilidad a pesar de que quiera ser más compleja de lo que en realidad es. Unos se sienten inteligentes mientras que otros quedan satisfechos de haber visto una película de acción entretenida, y los más exigentes se sienten atraídos por la "idea original en un blockbuster" que, seamos sinceros, es algo difícil de ver.

Aquí comenzamos con la misma base pero algo distinto sucede: las sobreexplicaciones y los tres mil datos que te sueltan a la cara confunden más que ayudan a que todo el público siga el argumento. De hecho, el caos que existe en torno a la trama de espionaje es mucho más confuso que entender los elementos de ciencia ficción y sus mecánicas. Para quien haya jugado alguna, es como la campaña del Call of Duty, a corte estás en Kazajistán y luego en la India y luego en EEUU y tú simplemente tiras con ello. Habrá quien crea (y con razón) que una historia así de mal contada, con diálogos y escenas estúpidas, acciones inverosímiles y completamente ilógica en ocasiones restaría al total. Pero no en mi caso. Esto solo suma al gran espectáculo rocambolesco que Nolan me propone para pasármelo bien durante dos horas y media que se me han pasado volando.

Puedo ver las ideas originales, la acción ridícula, el caos narrativo, la complejidad artificial y disfrutar de todas ellas. No sé si Nolan pretendía que me partiera la caja con algunas secuencias y conversaciones, pero lo consiguió, y cada una de esas veces que reía era una décima que subía en esta nota. No hay capas de profundidad, ni cuestiones filosóficas que te hagan reflexionar, se trata de un mastodóntico truco de magia de más de 200 millones de dólares.

Y esto no es más que fruto del improbable equilibrio entre la idea genial y la gilipollas: una obra pasada de vueltas que se amará u odiará por las mismas razones, pero desde perspectivas distintas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
David Linares
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