Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Caith_Sith:
8
Animación. Drama. Comedia Primer largometraje de Adam Elliot, ganador de un Oscar con el cortometraje "Harvey Krumpet". Narra la larga amistad por correspondencia entre un cuarentón judío y obeso de Nueva York, y una niña australiana de ocho años que vive en los suburbios de Melbourne. (FILMAFFINITY)
30 de octubre de 2009
75 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras deslumbrar al mundo y obtener una gran cantidad de premios por su primera obra, el mediometraje “Harvie Krumpet”, Adam Elliot regresa al cine con un largometraje que se erige, desde ya, como una de las obras claves del género de este siglo. Una obra personal, arriesgada, donde se recuperan las señas de identidad de su primer trabajo (voz en off, tono tragicómico, animación stop motion) para contarnos la particular historia de la relación por correspondencia entre un cuarentón de Nueva York y una jovencita de ocho años que vive en Australia.

Como en “Harvie Krumpet”, Elliot demuestra una sensiblidad por encima de la media, un amor hacia sus personajes que traspasa la pantalla y empapa al espectador durante el visionado de su obra, algo que muy pocos realizadores son capaces de lograr. Este es sólo uno de los motivos del triunfo de esta fantástica historia de amistad atemporal, de amor, de perseguir los sueños. Una obra lúcida, llegada de Australia pero con alma intercontinental, capaz de funcionar a tantos niveles que realizar una crítica explicándolos sería simplificar el genio de su creador.

2009 está siendo (o a estas alturas, quizá habría que decir que “ha sido”) un año fantástico para el cine de animación, con obras adultas y maravillosas como “Up”, la sorpresa de “Coraline”, que recupera al mejor Sellick o “Relatos de Navío Negro”, un anexo al Watchmen de Zack Snyder con entidad propia y un estilo único. Cine diferente entre sí, que sólo comparten ser animadas, si bien una es en tres dimensiones, otra está realizada en stop-motion y la tercera se acoge al estilo del cómic americano para, mediante animación limitada, contar una historia de venganza. “Mary and Max” se suma a esta lista sin ningún tipo de duda y Adam Elliot se reafirma como una magnífico narrador, con tanto estilo como personalidad y que, lamentablemente, debido a su situación personal y estado de salud no es capaz de darnos alegrías de forma más continuada.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow