Otra gran película del maestro, que pese a quien le pese representa el cine en mayúsculas. La duración ha sido la principal queja de varios, y déjenme decirles que para nada lo es. La historia se desarrolla lenta para llegar a su última hora y media potente, pero nunca es factor de abandono o desatención, al contrario, es de admirar la belleza narrativa de la misma.

Las actuaciones son más que cumplidoras. De Niro es quien para mí se roba el show, y Lily Gladstone es el alma de la película que transmite mucho con cualquier frase que salga de su boca y esa mirada hipnótica. DiCaprio bien como casi siempre en un personaje que muy probablemente le dé otra nominación al Óscar.

El guión de Martin Scorsese y Eric Roth presenta un mensaje critico social de manera sutil, elegante, sin remarcar, puntualizar, señalar ni abusar de él, y sin embargo estando presente todo el tiempo hasta el final. Es un gran guión con una gran historia que pudiera parecer simple porque desde un principio pone las cartas sobre la mesa, pero que es compleja en las lecturas que va dejando. Las tres horas y media están más que justificadas.

La fotografía de Rodrigo Prieto y el diseño de producción son los aspectos técnicos más destacables.