Cuando el afán mercantilista sobrepasa los límites, las películas de culto tienen una serie de secuelas, precuelas, remakes y spin offs. Kôji Shiraishi más ambicioso que los demás directores, decide juntar a los villanos de Ju-On y The Ring para hacer una película épica, llena de terror, capaz de traumar al espectador y robarle unas lágrimas por la melancolía de ver de nuevo sus películas de fin de milenio.

Lastimosamente el japones falla rotundamente y nos regala un bodrio asqueroso, vomitivo y casposo. El guion no tiene ni pies ni cabeza, no existe coherencia. El reparto no pudo hacer mucho teniendo un guion tan pésimo, solo puedo destacar la belleza de Tina Tamashiro (Suzuka Takagi), especialmente esos grandes y negros ojos. Pienso que hubiera sido mejor y más arriesgado en hacer una película de comedia de terror, para que el buen fan se ria un poco de los personajes que algún día le robaron algunos sustos, pero esta pseudo película en vez de inyectarte miedo y pavor, solo dio pena, aburrimiento y enojo.