Obra maestra incomparable y que marcó época. La película combina muy bien el humor negro con escenas crudas y realistas. ¿American Beauty? Estoy seguro que cualquier persona de cualquier parte del mundo se indentificó con alguno de los personajes o al menos conoce una persona como ellos. El guión es perfecto y la película es correctamente dirigida.

Es un inteligente análisis de la vida humana, verás que cada personaje es un mundo diferente: Lester (Kevin Spacey) es un esclavo de su trabajo y tiene un matrimonio hasta las huevas con Carolyn (Annette Bening). Ella es una esclava de las cosas materiales, que tiene una vida miserable y trata de evadirla con hipocresia. La hija de ellos dos es Jane (Thora Birch), una muchacha rara que tiene una relación hasta las huevas con sus padres. La mejor amiga de ella es Angela (Mena Suvari), la típica rubia adolescente deseada por todos los demás, se las da de muy perra pero es puro floro en realidad. Ricky (Wes Bentley) es el nuevo vecino y compañero de colegio de Jane, es un tipo sumamente extraño aparentemente con problemas mentales provocados por la superflua relación con sus padres; vende drogas. Colonel Fitts (Chris Cooper) es un ex militar que es jodidamente homofóbico tratando de evadir su realidad: es un homosexual reprimido. Buddy Kane (Peter Gallagher) es el típico ganador, millonario y dueño de una exitosa empresa; tiene como única razón de vida el ser exitoso, solo le importa su trabajo y el dinero.

Las actuaciones estuvieron de lujo, todos brillaron, todos. La banda sonora estuvo a la altura de las circunstancias. Hubo muchas escenas inolvidables: cuando Lester pensaba en la amiga de su hija, desnuda, cubierta con pétalos de rosas imaginarias, un territorio inexplorado por él o el desnudo de Jane ante su acosador vecino (Thora Birch, pero qué tales...). Por último hubo muchas citas para recordar, en especial: “No hay nada peor en la vida que ser ordinario.”