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Israel Israel · Jerusalem
Voto de Ehavled Jef:
9
Drama Daigo Kobayashi, antiguo violoncelista de una orquesta que se acaba de disolver, acaba vagando por las calles sin trabajo y sin demasiada esperanza. Por ello decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo como enterrador: limpia los cuerpos, los coloca en su ataud y los envía al otro mundo de la mejor forma posible. Aunque su esposa y sus vecinos contemplan con desagrado este puesto, Daigo descubrirá ... [+]
19 de julio de 2009
27 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Precioso filme sobre un joven que encuentra trabajo como embalsamador o preparador de cadáveres para su cremación, en definitiva sobre un practicante del ritual funerario japonés llamado "nokanshi".

La práctica japonesa del "nokanshi" viene a ser la que en otros pueblos de la Tierra entedemos como "embalsamar", sólo que en Japón dicha práctica está cargada del sentido o religiosidad shintoista de "limpieza-pureza", porque en el shintoismo (religión por excelencia del pueblo japonés) la muerte se considera algo impuro y por tanto es muy religioso, limpiar, aromatizar, vestir, maquillar y preparar con aspecto lo más vivo posible el cadáver del humano que muere y cuya alma está yéndose al mundo divino del más allá.

En la sociedad japonesa de hoy, tan veloz y tecnificada, el arte del "nokanshi" ha sido suplantado como en Occidente por el hecho práctico económico de deshacerse lo antes posible del cadáver sin demasiados miramientos. Sin embargo todavía quedan gente a la que le gusta y tiene recursos como para poder recurrir a esta antigua tradición religiosa, hermosa, delicada, repleta de estética, de calma meditativa y sentido de la trascendencia, lo cual supongo no estará al alcance de todo el mundo dado que este tipo de embalsamamiento o preparación de un cadáver, supondrá elevar el coste total de lo que hay que pagar a la funeraria encargada de todo el proceso mortuorio.

En el ritual del "nokanshi", además de limpiar al cadáver y perfumarlo con mucha delicadeza delante de sus familiares o allegados, se le suele vestir con un kimono blanco y se le maquilla; también se le moja la boca con un poquito de agua para que el alma del difunto no sufra sed en su llegada al más allá. Más tarde sólo los parientes del fallecido asisten a la incineración y recogen algo de sus huesos y cenizas que guardan en un bote, pote o vasija.

En fin, una emotiva película japonesa caracterizada por lo propio y esencialmente japonés: preparar, envolver y presentar de la forma mejor posible cualquier cosa, también el cuerpo humano que acaba de poner punto final a su vida en este mundo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ehavled Jef
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