Esta película es una indigna segunda parte de "Una casa de locos". Si bien una secuencia lógica en la vida de Xavier era terminar la carrera y asistir a las bodas de tus amigos erasmus, todo el lío de faldas que se trae creo que lo desvirtúa completamente.

Si en el cine de Klapisch se tiende a abusar de los comportamientos un tanto excéntricos de los protagonistas, aquí es una auténtica pasada. Romain está totalmente fuera de sí, tocando la flauta en diversos momentos de la película, acostándose con todas, incluso le pega una paliza a un hooligan que le saca una cabeza y pesa como 10 kg más. Totalmente inverosímil.

El guión es enrevesado, con muchas escenas que no aportan nada. La madre de Xavier, las entrevistas con los productores, que la boda tenga que ser en Rusia, en fin.

En todo caso, estoy contento de haberla visto, ya que en ella descubrí la bellísima canción "Mysteries" de Beth Gibbons, además de conocer a Lucy Gordon, la bella actriz que hacía de la modelo para la que Xavier escribe su biografía. Lucy se suicidaría apenas cuatro años después del rodaje de esta película, por una atormentada vida, similar en algunos aspectos a la que representa en esta película.