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España España · Sevilla
Voto de erreiam:
8
Drama. Romance En París, en 1971. Delphine conoce a Carole. La primera, hija de campesinos, se muda a la capital para alcanzar la independencia económica y ser dueña de su propia vida. La segunda tiene novio y vive felizmente los comienzos del movimiento feminista. A Delphine, misteriosa y reservada, le gustan las mujeres. Carole ni se plantea esa posibilidad. De su encuentro surge una historia de amor que desequilibrará sus vidas al tropezar con la realidad. (FILMAFFINITY) [+]
17 de julio de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambientada en el París de principios de los 70, La belle saison narra una historia protagonizada por mujeres que luchan por la igualdad de género, fraguando la atmósfera perfecta para el encuentro de sus dos protagonistas.

El homenaje a las líderes del feminismo de la época que propone la directora Catherine Corsini queda manifiesto al llamar Carole (Cécile de France) y Delphine (Izïa Higelin) a los personajes principales en honor a las activistas del movimiento feminista Carole Roussopoulos y Delphine Seyrig, quienes documentaron esta lucha. A pesar de ser la premisa del filme, el feminismo se desvanece y va perdiendo peso conforme el amor de las jóvenes adquiere protagonismo, acentuando la dependencia que Carole comienza a sentir por primera vez por alguien, restándose libertad y distanciándose de su activismo.

A pesar de sus diferentes orígenes y estilos de vida, Carole y Delphine sienten una atracción mutua que las conduce a una historia de amor que termina por eclipsar todo propósito reivindicativo de carácter feminista. Esta historia recuerda sutilmente a La vida de Adèle (Abdelatiff Kechiche, 2013), donde Delphine trata de hacerse un hueco en un nuevo mundo que encuentra apasionante, y al amor de verano que protagonizan Emily Blunt y Natalie Press en My Summer of Love (Pawel Pawlikowski, 2004), donde los paisajes naturales otorgan la libertad necesaria para dar rienda suelta a sus emociones.

Estéticamente, la luz adquiere un papel relevante y simbólico, convirtiéndose en una metáfora de la incipiente relación de Carole y Delphine. El juego de luces y sombras empleado durante todo el metraje, donde los personajes aparecen contrastados debido a la fuerte luz solar que deriva en la imagen quemada y su oposición en la oscuridad residente en la sombra, podría entenderse como una lectura del amor clandestino que viven las protagonistas. Las sombras son un elemento clave en su historia, avivando sus sentidos y dando rienda suelta a su pasión, mientras que la luz es el motivo de su ceguera, o más bien la de la sociedad, que en la década de los 70 se niega a creer que el amor entre dos mujeres es posible. En este sentido, la dualidad que se establece es altamente significativa desde el punto de vista de los personajes: Delphine se identifica con las sombras que defienden el conservadurismo y la tradición, y Carole es la luz que aboga por la liberación y la lucha.

Esta contrariedad acabará fundiéndose obteniendo como resultado la aceptación y adaptación al otro, hecho que queda reflejado a través de la paleta de color del vestuario de Carole, que evoluciona de una predominancia de colores fríos hacia la incorporación de tonalidades más cálidas como el rojo, color que caracteriza a Delphine y con el que Carole se mimetiza.

La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com
erreiam
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