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Voto de coldestwinterr:
9
Drama. Comedia Albert es el sádico dueño de un restaurante. Su fuerte carácter y las tiránicas formas que aplica en el trabajo hacen que todos los empleados estén sometidos a un continuo régimen de esclavitud, incluida su esposa, Giorgina, a quien ridiculiza. (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2011
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me revuelve las tripas. Pero curiosamente en el buen sentido de la palabra. Intensivo e interesante filme, que admito, si no me hubiesen “obligado” a verlo, quizá no se me hubiese pasado por la cabeza ni echarle un vistazo.
En términos generales, podríamos considerarla como una película sobre el maltrato psicológico y físico que emite un cruel y sádico dueño de un restaurante, el cual, a lo único que respeta es a la comida. Todo lo demás, amigos, empleados, e incluso su esposa son secundarios e indispensables para él. Humilla, insulta, acapara y apalea todo lo que le rodea, convirtiéndole en un ser despreciable y temido por todo aquel que se cruza en su camino. Y no tiene decoro alguno, ni límites en cuanto a sus propósitos ser refiere. Albert es así.
Georgina, su mujer, es por supuesto, la que más sufre esta esclavitud. Su vida es miserable, hasta que conoce a Michael, un habitual cliente del restaurante de su esposo, y comienzan a verse a escondidas en ese mismo lugar. Delante de las narices de este, ella y Michael empiezan una aventura. Un triángulo amoroso. Pero no cualquier triángulo.
Son muchas las cosas a destacar en esta obra. Desde el cambiante vestuario según el color de la sala donde están, hasta la música, simple, repetitiva pero al mismo tiempo, adecuada y sobrecogedora. Lo más llamativo es que Greenaway, tiene la capacidad, de basar casi al completo las dos horas y media que dura la película, en el mismo restaurante, a excepción de unas pocas escenas. Un magnífico comienzo, donde se muestra la maldad de Albert, y un todavía más maravilloso, aunque grotesco, final, donde el director se permite el lujo de querer y casi hasta conseguir, hacernos vomitar (al menos en mi caso).
Película, extraña, que ningún cinéfilo del cine poco convencional debe dejar escapar. Yo desde luego, tras esto, pienso verme todos los productos de Peter.
Que aproveche, señores, la comida está servida.
coldestwinterr
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