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Bahamas Bahamas · Fernando Alonso de menos...
Voto de SBarrettt:
1
Thriller. Drama. Terror Milo, una estrella del porno ya retirada que vive con su mujer y su hijo, está pasando por apuros económicos. Una cita con una antigua compañera de rodaje, la pornostar Layla, le presenta la oportunidad de trabajar con un tipo llamado Vukmir en su nueva película de porno experimental. Milos acaba aceptando sin saber exactamente lo que va a rodar y acaba sumergido en una tormenta de depravación violencia, snuff, pedofilia, y drogas que ... [+]
19 de enero de 2011
22 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mi, el cine transgresor me gusta o me atrae, en principio, pero no porque sí, ha de haber algo. Si otros títulos me sorprendieron agradablemente, como Martyrs, por citar uno, este engendro de mal gusto me repatea las tripas.

Son incontables los grotescos momentos que la cinta nos hace vivir, siendo la violación de un bebé recién nacido el punto álgido de la desfachatez y pérdida total del norte en el cine que conocemos.

El aleccionamiento no debe estar unido a la dureza visual ni argumental, si no somos capaces de enseñar, motivar, reprender, destacar, recriminar o denunciar ciertos comportamientos oscuros del ser humano, de una manera más amistosa, creativa y edificante, es que no somos nadie, y esto es lo que le sucede a Srdjan Spasojevic, cuya falta del talento que encumbra a los grandes directores, o contadores de historias, suple pinzándote la fibra, revolviéndote las tripas con una pócima de regusto asqueroso y difícil de catalogar.

Si esto es cine, yo soy una taza de café (Oh Kubrick, maestro).
Si esto es libertad de expresión, yo soy un azucarillo (cualquier menor podrá encontrar imágenes de la cinta en internet, les aseguro que a ningún padre le agradará que su hijo pase por la experiencia de verlas).

Esto es, sin ningún tipo de duda, una absurda y molesta pérdida de tiempo, que nos muestra que cualquier imbécil podría hacer una película y conmover, llamar la atención, desde el lugar menos agradable que se te pueda ocurrir y con el único fin de hacerse un hueco, o tal vez, un contrato millonario para su siguiente película. Y lo hace gracias a las voces extremadamente progresistas, carentes de un mínimo de moral, abanderados de los derechos de uno en detrimento de los de otro.

Este humilde espectador no volverá a ver nada que semejante ser humano filme, al menos durante los próximos años y hasta que las ganas de aplastarle la cabeza se me desvanezcan.
SBarrettt
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