Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Ángel Lobato:
8
Aventuras. Western. Romance Jules Vincent (Stewart Granger) ha matado a un hombre en legítima defensa. Un oficial de la Policía montada le sigue la pista y ambos quedan atrapados en las nevadas montañas de Canadá. En un paraje desolador sólo podrán sobrevivir ayudándose mutuamente. Por su parte, Jules deberá demostrar su inocencia. (FILMAFFINITY)
18 de septiembre de 2015
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una emocionante y memorable película del director Andrew Marton, especializado en dirección de segundas unidades y en series televisivas, pero que cuenta con algún título de especial interés como la mejor versión de "Las minas del rey Salomón" (1950).

Si hay algo netamente distintivo en este hermosa cinta lo podríamos definir con el calificativo de "londoniano". En efecto; el espíritu del escritor Jack London pervive en la esencia misma de este film.
En él se nos muestra la solidaridad humana y la amistad, con mayúsculas; el acoso que produce la soledad; la lucha contra una naturaleza salvaje y maravillosa (las montañas y los bosques nevados) que oprime, a pesar de ser abierta y grandiosa, a los personajes; la batalla de estos contra sí mismos y el miedo ante sus propios fantasmas.

La película muestra la aventura en su estado puro y, aunque está catalogada como un western en su vertiente de aventurera, yo la incluiría dentro del thriller; tanto por su argumento (persecución de un policía a un presunto asesino y su entrega en la comisaría) como por su ambientación (en vez de las calles nocturnas de una gran ciudad o de las carreteras interminables plagadas de peligrosos asesinos que acechan a los protagonistas, tenemos intrincadas montañas y profundos bosques con tramperos enloquecidos y manadas de lobos hambrientos dispuestos a acabar con ellos).

Por el lado técnico, la narración resulta brillante, perfectamente planificada por el director y con un guion muy sólido, portador de diálogos oportunos que remarcan esa condición humana aludida de dos seres antagónicos (en apariencia) condenados a entenderse para sobrevivir.

Y, en su faceta artística, el trabajo de los dos actores (casi únicos, lo que da al film un matiz intimista que contrasta meritoriamente con las proezas y los amplios parajes) Stewart Granger y Wendell Corey es de altura.

En conclusión, aquí tememos una película impresionante que -en mi opinión- debería haber sido considerada, con el paso del tiempo, de culto.
Luis Ángel Lobato
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow