En este drama se mezcla el evidente dolor de la enfermedad con otros temas tangentes como las peleas, la infidelidad, los miedos o las inseguridades. Son temas que rellenan su larga duración, pero a los que el argumento principal relega a segundo plano. Quizás pretenda detallar demasiados momentos de las vidas de los protagonistas, y por el camino no se dé cuenta de que pierde la posibilidad de desarrollar aún más a los personajes, especialmente a ese amigo que da título a la película y sobre el que recae mucho peso dramático.

La película recurre de manera excesiva a los flashbacks y flashforwards para narrar episodios de la vida de los protagonistas, y es que como recurso puntual tiene sentido, pero las tramas que constantemente intercalan presente y pasado corren el riesgo de perder el hilo conductor.

Sin embargo, el guion también hace bien algunas cosas, como la construcción de personajes. Todos aportan algo al conjunto y están bien definidos. Hay un trabajo interesante en ese marido que duda sobre si estará a la altura a pesar de sus intentos; también en esa mujer que soporta su enfermedad con entereza; o en ese amigo que lo deja todo por estar donde se considera necesario. Desde luego la aportación del reparto ayuda a formar sus personalidades, y Affleck, Johnson y Segel son un trío con química.

Cowperthaite se ayuda de una banda sonora que acompaña a la trama sin resaltar ninguna parte más que otra, o de una dirección muy cercana a la acción, con lentos primeros planos que, sin embargo, no consiguen despertar sentimientos. Un digno drama que quizás obtenga alguna lágrima del espectador, pero al que le falta fuerza y profundidad para sentir su crudeza, para emocionar de verdad.