Después de casi más de una década de no haberla visionado en casa y diecisiete años después de su estreno en salas de cine, me sigue pareciendo una preciosa película adolescente, con el instituto como escenario, e inspirada en la obra del escritor William Shakespeare titulada La Fierecilla Domada.
Parece que fuera ayer cuando la visioné por primera vez, me he sentido mucho más joven. Fue la época dorada de este tipo de películas y el lanzamiento a nivel internacional de varios rostros jóvenes, desconocidos por aquel entonces, en especial la pareja protagonista interpretada por el desaparecido Heath Ledger y por la guapa Julia Stiles.
Junto a ellos podemos ver a un jovencito Joseph Gordon-Levitt interpretando a Cameron James que está enamorado del personaje de Bianca Stratford (Larisa Oleynik), David Krumholtz es Michael, un amigo de Cameron, y Susan May Pratt como Mandella, una buena amiga del personaje de Julia Stiles, Kat Stratford.
La química que existe entre Ledger y Stiles es innegable y forman una gran pareja de cine. Uno mira la película hoy en día, pero con unos ojos de antaño y siente pena ante el buen trabajo de Ledger y que ya hace ocho años que nos dijo adiós para siempre. El chico tnía una gran carrera por delante.
Entre los adultos nos encontramos a un correcto Larry Miller como el padre de las hermanas Stratford y a Allison Janney como la pizpireta directora del instituto, por decirlo así.