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Voto de antonalva:
7
Drama Por primera vez en su vida, víctima de problemas cardiacos, Daniel Blake, carpintero inglés de 59 años, se ve obligado a acudir a la asistencia social. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En la oficina de empleo, Daniel se cruza con Katie, una madre soltera con dos niños. Prisioneros de la maraña administrativa actual de Gran ... [+]
12 de noviembre de 2016
41 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas de tesis como también hay películas con mensaje. El veterano Ken Loach (80 tenaces años) se caracteriza por tener claro lo que quiere contar y cómo hacerlo, insertando un diáfano componente social, ya sea de denuncia o de reivindicación, en favor de los más desfavorecidos o de los que él considera los débiles o perdedores de una sociedad en exceso centrada en el éxito, el lucro y el dinero. Sus obras no son cómodas, ni gratas, ni amables, pero suele acertar en el retrato de un personaje (o un grupo) enfrentado a la adversidad y a la falta de justicia o compasión.

Nada que objetar a su planteamiento, henchido de buenas intenciones y afán didáctico. Quizás su fatalismo sea exagerado y se echen en falta matices o puntos de vista diferenciados, pero su enfoque humanista y compasivo suele dar en la diana. Esta premiada cinta no es una excepción y es una síntesis de su visión del mundo y de su forma de entender el cine. Fiel a sí mismo, se centra en un carpintero que se encuentra en una encrucijada. Por problemas cardiacos ha tenido que dejar su trabajo y se tiene que enfrentar al sistema británico de subsidios, ya que si bien le dan apto para trabajar – por lo que no puede recibir asistencia por incapacitación – no obtiene el alta médica, por lo que sólo encuentra impedimentos y obstáculos para conseguir unos ingresos imprescindibles para sobrevivir. Es un parado cualificado pero ajeno a las nuevas tecnologías y atenazado por una maraña burocrática diseñada para impedir el auxilio.

La indefensión y el nulo apoyo son notorios. Lo previsible de la trama no impide ni merma su validez, aunque su afán crítico parece más dirigido a denunciar ciertas políticas (que sólo tienen un único cariz ideológico) y no tanto a exponer el sinsentido de una administración repleta de normas y obligaciones y que parece olvidar que el objetivo real es el de ayudar, apoyar, asesorar y facilitar la vida de los cuidadnos. La simpleza del guión se puede disculpar por la fuerza y garra de las situaciones que plantea, aunque la acumulación de desgracias sea tremebunda y sesgada, perdiendo con ello algo de efectividad, al sonar a cantinela servil y prédica moralista. Pintar todo de forma tan extrema y maniquea acaba cansando, por bien hecho que esté y por rectas y loables que sean las intenciones que albergue.

En conjunto, nada nuevo en su filmografía, pero es un digno exponente de su arte, sin alharacas ni florituras, sin desfallecimientos ni dudas. Interesante y eficaz.
antonalva
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