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Voto de Quatermain80:
9
7,2
1.469
Western. Drama. Thriller
Jeb Rand (Robert Mitchum) es un hombre atormentado por los recuerdos de su infancia. Adoptado a los cuatro años por Medora Callum (Judith Anderson), tras el asesinato de toda su familia, Jeb crece sin problemas en su nuevo hogar. Sin embargo, sus traumas infantiles vuelven una y otra vez a través de sus sueños. Y sus pesadillas se hacen realidad cuando reaparece el hombre que después de acabar con su familia, no ha dejado de buscarlo ... [+]
17 de julio de 2010
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente película que es, sin embargo, poco destacada dentro de la filmografía del gran Raoul Walsh, a pesar de que su calidad la haga merecedora de figurar en ella con honores.
Cabe, en primer lugar, preguntarse por el género al que pertenece el filme; y es que bajo un envoltorio de Western, "Perseguido" es también un thriller gótico, un melodrama psicológico y una tragedia clásica, en el que el peso combinado de un pasado terrible y un destino que se presume fatal constituye el nudo de la historia. Esta riqueza de perspectivas hay que atribuirla a la labor del guionista, Niven Busch, quien se inspira libremente en "El barón de Ballantrae", excelente novela de R.L. Stevenson, de la que toma el tono ominoso y trágico que preside la cinta, al tiempo que adapta fielmente algún fragmento, como el sorteo a cara y cruz entre los dos hermanos.
La realización de Walsh está aquí a su mejor nivel, como se deduce de la brillantez que adopta la narración visual, de un dinamismo excepcional, así como la estética de algunos planos, marcada por un sentido pictórico que, lejos de resultar gratuito, aporta enorme belleza a las imágenes. Como ya hiciera en "El último refugio", las localizaciones, caracterizadas por la presencia de una naturaleza dominante y amenazadora, sugieren eficazmente al espectador las dimensiones trágicas de la historia. Además de mostrar su propio talento, Walsh contó con el de sus colaboradores, especialmente en el caso del director de fotografía, James Wong Howe, cuya labor consigue impregnar el filme de las sensaciones desasosegantes y pesadillescas que le convienen; predominan, por tanto, los claroscuros, la noche sobre el día, y el dramatismo sobre el realismo, siendo esto último un acierto, dado el argumento que se aborda.
Los intérpretes realizan también buenos trabajos, empezando por Mitchum, con su presencia y solvencia habituales, y siguiendo por Teresa Wright, de quien Walsh logra una excelente actuación, sacando jugo de la innegable riqueza de su personaje. Igualmente eficaz y creíble está Judith Anderson, encarnando a la madre, y Dean Jagger, quien compone un Grant Callum magnífico, viviente encarnación del pasado ominoso y de la venganza pendiente.
Continúa en spoiler.
Cabe, en primer lugar, preguntarse por el género al que pertenece el filme; y es que bajo un envoltorio de Western, "Perseguido" es también un thriller gótico, un melodrama psicológico y una tragedia clásica, en el que el peso combinado de un pasado terrible y un destino que se presume fatal constituye el nudo de la historia. Esta riqueza de perspectivas hay que atribuirla a la labor del guionista, Niven Busch, quien se inspira libremente en "El barón de Ballantrae", excelente novela de R.L. Stevenson, de la que toma el tono ominoso y trágico que preside la cinta, al tiempo que adapta fielmente algún fragmento, como el sorteo a cara y cruz entre los dos hermanos.
La realización de Walsh está aquí a su mejor nivel, como se deduce de la brillantez que adopta la narración visual, de un dinamismo excepcional, así como la estética de algunos planos, marcada por un sentido pictórico que, lejos de resultar gratuito, aporta enorme belleza a las imágenes. Como ya hiciera en "El último refugio", las localizaciones, caracterizadas por la presencia de una naturaleza dominante y amenazadora, sugieren eficazmente al espectador las dimensiones trágicas de la historia. Además de mostrar su propio talento, Walsh contó con el de sus colaboradores, especialmente en el caso del director de fotografía, James Wong Howe, cuya labor consigue impregnar el filme de las sensaciones desasosegantes y pesadillescas que le convienen; predominan, por tanto, los claroscuros, la noche sobre el día, y el dramatismo sobre el realismo, siendo esto último un acierto, dado el argumento que se aborda.
Los intérpretes realizan también buenos trabajos, empezando por Mitchum, con su presencia y solvencia habituales, y siguiendo por Teresa Wright, de quien Walsh logra una excelente actuación, sacando jugo de la innegable riqueza de su personaje. Igualmente eficaz y creíble está Judith Anderson, encarnando a la madre, y Dean Jagger, quien compone un Grant Callum magnífico, viviente encarnación del pasado ominoso y de la venganza pendiente.
Continúa en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Son muchas las secuencias y planos memorables, los momentos de genio del filme. El comienzo, sin ir más lejos, en el que Thorley Callum cabalga bajo grandes paredes rocosas en pos del rancho ruinoso de cuya oscuridad surge el rostro de Jeb, es toda una lección cinematográfica. Del mismo modo, el estilo con el que está rodado el inicio del primer flashback, en el que Jeb recuerda vagamente el terrible pasado acaecido en su infancia, tiene un logrado ambiente de pesadilla, con luces irreales y planos fugaces, como fogonazos. Es brillante la primera visita de un Jeb adulto al rancho en ruinas en el que están las tumbas de sus habitantes (su familia), y cómo escapa de la tormenta que se desencadena, símbolo de un pasado que no cesa de perseguirle y atormentarle. Al igual que otros compañeros he disfrutado con la secuencia del acoso a caballo de Adam a Jeb, rodado por medio de unos hermosos y eficaces planos generales, así como con la curiosa y deliberada iluminación del rostro de Thorley en el entierro de su hermano mientras los demás permanecen en sombras, de un dramatismo y expresionismo excepcionales.
Estamos, en mi opinión, ante una de las mejores obras de Walsh, y por tanto, ante una cinta imprescindible para todo buen aficionado al cine.
Estamos, en mi opinión, ante una de las mejores obras de Walsh, y por tanto, ante una cinta imprescindible para todo buen aficionado al cine.