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Voto de regnam:
3
7,8
75.758
Drama
Michael Corleone, heredero del imperio de don Vito Corleone, intenta rehabilitarse socialmente y legitimar todas las posesiones de la familia negociando con el Vaticano. Después de luchar toda su vida se encuentra cansado y centra todas sus esperanzas en encontrar un sucesor que se haga cargo de los negocios. Vincent, el hijo ilegítimo de su hermano Sonny, parece ser el elegido. (FILMAFFINITY) En diciembre de 2020 se estrenó en cines y ... [+]
20 de enero de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque es la peor de las tres partes, la prefiero a la segunda.
Para añadirle morbo —que en definitiva es lo que venden con esta saga– metieron en la historia a la Iglesia de Roma y la mafia italiana con sus intrigas financieras. Los diálogos son realmente malos, las escenas melodramáticas resultan cargantes, la definición de los personajes es muy pobre y la historia es un pastiche en el que se mezclan las partes previas con otras cosas semejantes y noticias escandalosas de la época. La imagen que dan de los italianos en Italia es para turistas que no se enteran de nada. Vuelven a sacar el episodio de la primera parte en el que Al Pacino se casa con una siciliana, y se ponen absurdamente sentimentales en esta tercera al mirar esas fotos y recordar lo bonito y trágico que resultó aquel matrimonio.
El planteamiento es calcado a las otras dos partes: los malos orquestan traicioneramente desde las sombras un plan para acabar con la familia Corleone. Y mientras Michele Corleone se encarga personalmente de dar la vuelta a la tortilla, con sus consiguientes sacrificios, llenan la peli de anécdotas absurdas, cadáveres y frases baratas.
El único personaje que realmente me ha gustado ha sido el de Bridget Fonda, pero enseguida la quitan de en medio para que puedan continuar los demás personajes muermos con su farsa. En las otras partes Al Pacino salía siempre inexpresivo, serio y circunspecto, haciéndose el interesante mientras administraba teatralmente los silencios con miradas significativas, dándose un aire profundo antes de soltar alguna frasecita para la posteridad, en definitiva, de cartón piedra. En esta parte actúa con más soltura y da cierta humanidad a su personaje. El personaje de Diane Keaton sigue siendo inconsistente y si alguna credibilidad tiene la proporciona la propia actriz que le aporta algo personal y natural. El personaje macarrilla de Andy García es probablemente el más lamentable de todos, y su actuación es perfectamente acorde. Sofía Coppola se pasea por la peli sin saber exactamente cuál es su cometido: la crítica la puso a parir, pero yo no veo que lo haga mal o peor que los demás. Talia Shire tiene cierta gracia vestida de negro, con un aire fatal e incluso mortífero de viuda siciliana vengativa. El padre de Coppola arregló la parte musical respetando la partitura de Nino Rota.
Hay un detalle que no quisiera dejar pasar. Mucha gente, sobre todo los críticos, tiende a calificar de “shakespeareano” este drama como si eso se tratara de una gran virtud. Es como decir que Shakespeare se dedicó en su tiempo a escribir pastiches como este que daban el pego al público y los críticos. Lo cual no es descartable.
No sé qué tiene de particular la muerte de Michael Corleone. A mí mucho no me conmueve, incluso me fastidia el fingido patetismo sobreactuado de ese momento.
Para añadirle morbo —que en definitiva es lo que venden con esta saga– metieron en la historia a la Iglesia de Roma y la mafia italiana con sus intrigas financieras. Los diálogos son realmente malos, las escenas melodramáticas resultan cargantes, la definición de los personajes es muy pobre y la historia es un pastiche en el que se mezclan las partes previas con otras cosas semejantes y noticias escandalosas de la época. La imagen que dan de los italianos en Italia es para turistas que no se enteran de nada. Vuelven a sacar el episodio de la primera parte en el que Al Pacino se casa con una siciliana, y se ponen absurdamente sentimentales en esta tercera al mirar esas fotos y recordar lo bonito y trágico que resultó aquel matrimonio.
El planteamiento es calcado a las otras dos partes: los malos orquestan traicioneramente desde las sombras un plan para acabar con la familia Corleone. Y mientras Michele Corleone se encarga personalmente de dar la vuelta a la tortilla, con sus consiguientes sacrificios, llenan la peli de anécdotas absurdas, cadáveres y frases baratas.
El único personaje que realmente me ha gustado ha sido el de Bridget Fonda, pero enseguida la quitan de en medio para que puedan continuar los demás personajes muermos con su farsa. En las otras partes Al Pacino salía siempre inexpresivo, serio y circunspecto, haciéndose el interesante mientras administraba teatralmente los silencios con miradas significativas, dándose un aire profundo antes de soltar alguna frasecita para la posteridad, en definitiva, de cartón piedra. En esta parte actúa con más soltura y da cierta humanidad a su personaje. El personaje de Diane Keaton sigue siendo inconsistente y si alguna credibilidad tiene la proporciona la propia actriz que le aporta algo personal y natural. El personaje macarrilla de Andy García es probablemente el más lamentable de todos, y su actuación es perfectamente acorde. Sofía Coppola se pasea por la peli sin saber exactamente cuál es su cometido: la crítica la puso a parir, pero yo no veo que lo haga mal o peor que los demás. Talia Shire tiene cierta gracia vestida de negro, con un aire fatal e incluso mortífero de viuda siciliana vengativa. El padre de Coppola arregló la parte musical respetando la partitura de Nino Rota.
Hay un detalle que no quisiera dejar pasar. Mucha gente, sobre todo los críticos, tiende a calificar de “shakespeareano” este drama como si eso se tratara de una gran virtud. Es como decir que Shakespeare se dedicó en su tiempo a escribir pastiches como este que daban el pego al público y los críticos. Lo cual no es descartable.
No sé qué tiene de particular la muerte de Michael Corleone. A mí mucho no me conmueve, incluso me fastidia el fingido patetismo sobreactuado de ese momento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La matanza en la escaleras de la ópera es de traca: Al Pacino de rodillas, con la boca abierta y los ojos en blanco preparando su berrido desgarrador, da risa (incluso parece que aproveche ese momento para meterle mano a Sofía Coppola): yo creo que se inspiró imaginándose para sus adentros el horror de una cuarta parte. Los demás personajes, acompañando tan trágico momento en estado de shock, no se lo pueden creer ni ellos mismos: seguro que cuando dijeron “corten” soltaron una carcajada a la vez.
Resulta penoso el homicido doble que comete, en defensa propia, Andy García mientras está con Bridget Fonda. Parece que se cachondee, como si esa doble muerte le pareciese una banalidad, algo superficial y sin importancia. Evidentemente se trata de un tarado que al final lo ponen de capo de la familia con toda la solemnidad en una escena realmente penosa e increíble.
Espectacular la expresión de Raf Vallone haciendo del Papa Juan Pablo I muerto en la cama: parece que se esté aguantando la risa.
Resulta penoso el homicido doble que comete, en defensa propia, Andy García mientras está con Bridget Fonda. Parece que se cachondee, como si esa doble muerte le pareciese una banalidad, algo superficial y sin importancia. Evidentemente se trata de un tarado que al final lo ponen de capo de la familia con toda la solemnidad en una escena realmente penosa e increíble.
Espectacular la expresión de Raf Vallone haciendo del Papa Juan Pablo I muerto en la cama: parece que se esté aguantando la risa.