Una película que tiene poco que contar, con una historia muy sencilla y simple pero que es tratada de una forma tan sutil que consigue enganchar y convertirse en una obra maestra. Morgan Freeman se sale en el papel que representa y Paz vega por fin aparece en una película en la que no tiene que enseñar nada para estar excepcional, para mí la mejor película que ha protagonizado. La película muestra un humor muy peculiar que consigue arrancarte alguna sonrisa, aunque pueda parecer en algunos momentos una película un poco lenta deja al final ese buen sabor de boca que se agradece. Además como no es muy larga, con lo que no llega a cansarte, y es muy apropiada para una tarde o una noche que no tines mucho tiempo y no sabes que hacer.