El jorobado de Notre Dame de Gary Trousdale y Kirk Wise, es una obra de animación infantil de Disney, drama y musical. Llevada a cabo con un ritmo dinámico, es maravillosa y con encanto, eficiente y correcta, además de apasionante en su realización, y la definen de forma impetuosa y lúcida, llegando al corazón del espectador con una historia emotiva y sensible.
La fotografía, es alusiva y sugerente a la trama, sensacional y agraciada en un juego de coloridos vistosos y lumínicos por un lado, y oscuros y lúgubres por el otro. Y en cuanto a la música, es un buen musical con enormes canciones emotivas y bellas, con sonidos majestuosos y conmovedores, que encantarán a gran sector del público.
Los personajes, son carismáticos y con personalidad propia, fascinadores y con encanto campechano en gran parte de ellos, apropiados y oportunos para la historia, además de convincentes. Caracterizados de forma espectacular, en particular el protagonista, y el resto bien elaborados y cuidados en detalles sugerentes a la época y lugar.
El guion, es conmovedor y atractivo, con toques provocadores y predecibles eso sí, al ser bastante imaginable el final, pero desde luego espléndido e implacable en un excelente trabajo. Empleando para los personajes, unos diálogos espontáneos, ágiles e ingeniosos que entretienen y amenizan su visionado, con expresiones salerosas, perspicaces e inteligentes, por parte de alguno de ellos.
Por lo que, en conclusión, la considero una obra inmortal, aunque sin ser de las mejores de Disney. Pero desde luego, es entretenida y apasionante por momentos, y sentimental y encantadora de principio a fin. Recomendable para los forofos de Disney y sus historias, ya que es una obra profunda y amena, que no defrauda y hace pasar un rato agradable.