La guerra de las galaxias. Episodio II: El ataque de los clones de George Lucas es más de lo mismo que la amenaza fantasma. Dirigida con un ritmo lento y a veces aburrida en su primera hora y media de película. Por lo que, en cuestión de trama, me quedo con los últimos 45 minutos, el resto sobra.
De nuevo, vuelve a agradar con su incuestionable banda sonora, así como con unos efectos visuales y de sonidos que no escatiman en medios, utilizando una gran técnica para impresionar y sorprender al espectador por su luminosidad e intensidad de efectos.
Decorados fantásticos y evocadores que gustarán ver, mezclando hábilmente lo clásico y futurista. Que junto con una fotografía bella y rica en matices, deja la estética del film trabajada y cuidada al detalle, sin dejar nada al azar.
Los vestuarios y caracterizaciones, de nuevo dejarán el listón alto. Al contrario que las actuaciones, que son arquetipos de lo que representan y poco creíbles, sin aportar nada personal, exceptuando unos diálogos pobres y desde luego nada espontáneos.
En conclusión, un deleite para la vista y el oído, que no cala en el espectador más que por la técnica de efectos que utiliza, y el enganche de por sí que ya tiene la zaga. Solo y exclusivamente recomendable para incondicionales de la serie, el resto si quieren... pueden abstenerse.