Tras su colaboración con Sergio Leone en la denominada "trilogía del dolar", Eastwood vuelve a su país e inicia su colaboración con Don Siegel, quizás el director que más le influyó para llegar a ser lo que es hoy en la actualidad, probablemente el mejor director del mundo.

La película y la colaboración no van mucho más allá, un thriller rutinario donde un policía de pueblo debe ir a Nueva York para conducir un preso a su enjuiciamiento. Aunque en un principio las diferencias entre los policías rurales y los de la ciudad tiene cierta gracia, pronto deja de tenerla y parece más reiterativa que jocosa. Eastwood empieza a utilizar su indudable encanto para las mujeres algo que seguirá utilizando a lo largo de toda su carrera, así como ese aire de superioridad y esa violencia incruenta.

Sólo un aprobado, 5.